El costo fiscal de las medidas será mayor al de Brasil y México con relación al Producto Bruto.
El presidente Alberto Fernández y el ministro de Economía Martín Guzmán, la semana pasada.
Las medidas tomadas por el Gobierno para contener la pandemia del coronavirus tendrán un costo fiscal del 1%, según estimaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI). El organismo multilateral elaboró un informe sobre las decisiones de política económica tomadas por diferentes países frente a esta situación.
Para comparar con otras naciones de la región, el FMI estima que, en Brasil, “todas las medidas anunciadas implican un 2,5% del PBI, pero la mayoría serán relocaciones del presupuesto 2020, por lo que su impacto en el déficit estará por debajo del 0,5%“. El Poder legislativo brasileño declaró el estado de “calamidad” y eso liberó al Gobierno de su obligación de cumplir con el superávit fiscal objetivo para este año.
No hay otro país latinoamericano en el informe, salvo México, donde un fondo especial podría alcanzar un 0,7% del PBI, según el FMI.
“Las respuestas (del Gobierno de Alberto Fernández) se enfocaron en un mayor gasto en el sistema de salud; apoyo para trabajadores informales y sectores vulnerables, incluyendo transferencias de emergencia a familias de bajos ingresos y pagos especiales a jubilados con pensiones mínimas; apoyo a sectores duramente golpeados por la crisis, incluyendo exenciones en los aportes patronales, préstamos para la construcción; apoyo de la demanda a través de obra pública”, caracteriza el FMI.
También observan “los controles de precios de alimentos y suministros médicos y fondos garantizados para la producción de bienes básicos”. Y destacan las garantías crediticias para que los bancos les puedan prestar a las pequeñas y medianas empresas, junto con las compañías dedicadas a alimentación y productos básicos, por el equivalente al 1,2% del PBI. “Está previsto que la mayoría de las medidas anunciadas sean financiadas a través de relocaciones de otras partes del Presupuesto”. puntualiza el FMI.
El organismo multilateral notó que el Central intervino en US$ 1.000 millones en el mercado de cambio. Define a esa participación como “importante”. “Equivale a un 2,2% de las reservas”, detalla. “Fue para limitar la depreciación nominal del tipo de cambio, que acumula un 2%”.
Esto sucede mientras el país ya tomó una serie de medidas para limitar la libre circulación de flujos de capitales desde agosto de 2019, “que incluyen límites a la compra de dólares, a la transferencias extranjeras y el servicio de deuda soberana en moneda extranjera”, recordó el organismo.
Fuente: ieco.clarin.com