FINANZAS – La inversión cayó al peor nivel en 16 años: ¿cuál es el escenario para 2021?

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El dato surge de los registros que monitorea la Universidad de El Salvador, a través del “Índice Real de Inversión Real” (IMIR-USAL). Números impactantes.

El escenario luce desolador: la inversión en la Argentina se encuentra en el peor nivel de los últimos 16 años, de acuerdo a los registros que monitorea la Universidad de El Salvador, a través del “Índice Real de Inversión Real” (IMIR-USAL).

En el mes de septiembre de 2020 el IMIR-USAL registró una caída interanual de 11,2% con una tasa desestacionalizada de 19,6%.

Se trata del 27 registro mensual consecutivo en rojo en el nivel de inversiones, lo que da cuenta que la tragedia económica en el país excede a los costos por la pandemia. Más bien, demuestra la falta de atracción que tiene la Argentina, que atraviesa su tercer año consecutivo con recesión.

 “Los cambios en la secuencia de la serie desestacionalizada dan cuenta de la sensibilidad de las decisiones de inversión a las restricciones sobre la actividad impuestas durante la pandemia”, comenta el informe rubricado por los expertos de la Universidad.

Se trata del 27 registro mensual consecutivo en rojo en el nivel de inversiones

Economía pandémica

Para tener una idea del proceso que atraviesa la economía pandémica, la USAL midió que durante el tercer trimestre de 2020, el comportamiento del IMIR-USAL registra un descenso interanual de 21,8%, con una suba desestacionalizada de 24% con respecto al trimestre anterior.

Esta mejora era lo esperado: el segundo trimestre del año significó el peor momento de la pandemia, con toda la actividad económica parada por la cuarentena.

Para la Universidad, “el impacto de la gestión de la pandemia retrotrajo la inversión real a niveles sólo observables al principio de la muestra, es decir, 16 años atrás, muy por debajo de los verificados en la crisis de 2009. A pesar de lo cual, el dato de septiembre (118) muestra una mejora con respecto a abril, mínimo registro histórico (60 puntos), considerado como el mes más álgido de la cuarentena”.

“El ritmo con el cual el gobierno ha ido levantado las restricciones impuestas por la gestión de la pandemia se puede leer en la alternancia de valores positivos y negativos de las tasas desestacionalizadas. Mientras que mayo y junio mostraron un dinamismo esperanzador, julio y agosto dan cuenta de una desaceleración y caída, respectivamente, de la recuperación de la inversión”.

La capacidad de recuperación de la actividad económica dependerá principalmente de un escenario futuro promisorio

Escenario futuro

¿Y hacia adelante? ¿Cómo sería el futuro inmediato en materia de inversiones? Dice el informe de la Universidad de El Salvador: “La capacidad de recuperación de la actividad económica dependerá principalmente de un escenario futuro promisorio, condicionado a la efectividad y posterior disponibilidad de la vacuna contra el COVID19. Magnificar el crecimiento de la inversión real necesario requiere evaluar el impacto de la cuarentena en una lectura de mediano y largo plazo”.

Luego añade: “La alta correlación temporal entre las dos series permite concluir que el INDEC dará a conocer que, en el tercer trimestre 2020, nuevamente habrá una tasa de crecimiento negativo, de dos dígitos, pero con un comportamiento desestacionalizado positivo”.

Seguramente, la llegada de nuevas inversiones será algo complejo para una economía que hace años que no crece y mantiene una incertidumbre cambiaria extrema, como se observó en los últimos meses con la disparada de la brecha entre el tipo de cambio oficial y los denominados “dólares alternativos”.

De todas formas, hay espacio para que la economía retome la senda del crecimiento sin necesidad de importantes inyecciones de inversiones. ¿Por qué? Sencillamente debido a que más de un 40% de la industria se encuentra ociosa, y que encender las máquinas no requerirá de dinero extra.

Es un escenario complejo que la Argentina deberá atravesar con paciencia pero, sobre todo, inteligencia para asegurar el crecimiento de corto y mediano plazo, y no caer en un agravamiento de la crisis.

Fuente: iprofesional.com