El pronóstico fue dado a conocer por la Red Latinoamericana de Consultoras Económicas. En base análisis de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, México, Perú, Uruguay y Venezuela.
El contexto regional seguirá presentando una expansión “modesta” ya que, en promedio, los diez principales países de Latinoamérica tendrán un crecimiento de 1% en el año en curso. El pronóstico fue dado a conocer por la Red Latinoamericana de Consultoras Económicas -LAECO, por sus iniciales en inglés-, que reúne a las principales firmas de consultoría económica independiente de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, México, Perú, Uruguay y Venezuela, que explican más del 90% del PIB regional.
Esta expansión se encuentra por debajo del 3,5% de crecimiento que tendría el mundo en 2019 (proyección del Fondo Monetario Internacional) y representa la mitad del crecimiento de 2% que estima el organismo multilateral para América Latina y el Caribe.
El magro crecimiento de 1% para 2019 surge del Indicador LAECO-10, que mide el PBI de los 10 países señalados, crecimiento que sería similar al observado en 2014 y 2017, “lo cual conllevaría serios desafíos a la región, puesto que implicaría menor creación de empleo y reflejaría el efecto de las tensiones internas y presiones externas”. Así lo señalaron estas consultoras tras el Primer Congreso de Prospectiva Económica Latinoamericana 2019 que tuvo lugar en Bogotá, el 13 y 14 de marzo pasado, y que fuera organizado por Econometría Consultores de Colombia.
La situación de Brasil reviste particular interés para la Argentina, ya que el principal socio del Mercosur es el destino de casi un quinto de las exportaciones totales del país y dos tercios de las manufacturas argentinas de origen industrial vendidas al exterior. Al respecto “pese a expectativas positivas generadas por el triunfo de (Jair) Bolsonaro, las perspectivas de crecimiento de Brasil son acotadas por incertidumbre fiscal y el repago de la deuda pública”, sostuvo Alessandra Ribeiro, Directora Tendencias Consultoría Integrada de ese país.
Ribeiro consideró que recuperar la confianza de los inversores depende de aprobar reformas estructurales. Entre ellas, “la previsional (suba de edad mínima de jubilaciones y ajustes en los beneficios) es la más importante para revertir el deterioro de las cuentas públicas”.
Es que déficit primario del sector público en Brasil se explica por el elevado déficit del sistema previsional. Si el flamante gobierno electo, logra aprobar una reforma previsional de implementación gradual pero con una reducción importante del déficit, el ratio deuda producto se estabilizaría hacia fines de su mandato. De esta forma, al final del mandato Brasil podría aspirar a recuperar el Investment Grade y acelerar su ritmo de crecimiento -del 2% previsto para este año a 3-4% anual-, según las previsiones de Tendencias.
Por su parte, Lorenzo Sigaut Gravina, Director de Ecolatina de Argentina expuso que el segundo acuerdo firmado por las autoridades nacionales y el Fondo Monetario Internacional, en septiembre de 2018, logró estabilizar el mercado cambiario y reducir la inflación (se ubica en torno del 3% mensual, luego de promediar 6% mensual tras el salto cambiario de fines de agosto de 2018,).
Pero consideró que “actualmente, hay un equilibrio precario en el mercado cambiario que un shock negativo en los mercados financieros o en el frente político puede desestabilizar”.
Pese a que el presidente Mauricio Macri se juega su reelección, el Ejecutivo ha concentrado sus esfuerzos en cumplir el duro plan acordado con el FMI: cero déficit fiscal primario y cero emisión, aseguró Sigaut Gravina. “En un contexto de fragilidad cambiaria y duro ajuste de la política monetaria y cambiaria, esperamos una caída de por lo menos 1% del PBI en el año”, vaticinó el director de Ecolatina.
La apuesta del Gobierno es llegar a las elecciones con una leve recuperación del salario real (para impulsar el consumo privado), sostuvo. Sin embargo, “para que ello suceda, habrá que atravesar la contienda electoral con el dólar y la inflación contenidos, lo cual no es nada sencillo en Argentina, un país con tendencia a dolarizar activos especialmente durante procesos electorales” concluyó Sigaut Gravina.