Estiman que si el PBI crece el 5,5% en 2021 previsto en el Presupuesto, las importaciones serán superiores en US$10.000 a las de 2020. Así, las exportaciones deberían crecer en dos dígitos para que haya superávit holgado
El superávit comercial es el principal proveedor de dólares de la economía argentina, y en los primeros nueve meses del año sumó US$ 11.562 millones, y según las estimaciones en 2020 totalizarían US$14.000 millones, aunque especialistas atribuyen la magnitud del saldo positivo “a la debilidad de las importaciones” lo que advierten “no es repetible desde 2021 si el PBI comienza a recuperarse”.
“Dada la presión cambiaría que padece Argentina y la escasez de acceso a dólares en el sistema por otras vías (los mercados financieros están cerrados para Argentina, la recepción de inversión extranjera ha sido esquiva por muchos años y este año la situación internacional y el propio contexto local agravan el problema, y los organismos multilaterales de crédito son acreedores y están planificando -especialmente el FMI mecanismos de cobro más que de desembolsos) entonces el superávit comercial resulta crítico”, planteó el especialista en negocios internacionales Marcelo Elizondo.
En este marco, el intercambio comercial de septiembre encendió una luz de alerta porque el superávit fue de US$ 584 millones y se ubicó muy por debajo de lo esperado, producto de que las exportaciones profundizaron su caída (-18% interanual), y las importaciones crecieron por primera vez en el año (+3,1% interanual).
“Las expectativas del mercado estimaban un superávit de US$1.611 millones por lo que a futuro puede traer nuevas complicaciones sobre el funcionamiento cambiario”, previno un informe de Abeceb.
“El superávit de US$ 584 millones es aproximadamente 1/3 del registrado en los tres meses previos, lo cual mirando hacia adelante pone mayores tensiones sobre el canal cambiario. Si la diferencia entre el saldo liquidado y el devengado ya le generaba problemas al BCRA con saldos que rondaban los USD 1.500 millones, el resultado actual complica todo un poco más”,observó la consultora.
Elizondo también remarcó que “el resultado de septiembre fue el primero en el año que arroja un superávit menor que el del mismo mes del año anterior (había sido de 1.744 millones de dólares en 2019)”
El analista señaló que las exportaciones argentinas en el acumulado de nueve meses descendieron casi 12,6% interanual, y las importaciones bajaron 21% interanual “un promedio que duplica la caída del comercio internacional total en el planeta, lo que refleja que el superávit está basado mayormente en la recesión argentina y en la cuarentena” local, aunque las restricciones (a las compras internas) impuestas por el gobierno también influyen en la situación”, al tiempo que consideró que “no es previsible una mejora en la tendencia argentina”.
“El hecho de que las importaciones argentinas están cayendo el doble que la caída del comercio internacional en el planeta (que cae alrededor de 10% hasta hoy) está planteando un escenario de superávit comercial que no es mantenible en los años próximos”, afirmó.
Perspectivas . La consultora LCG prevé que “si bien la recuperación de Brasil podría traccionar en el margen las exportaciones industriales, no esperamos un repunte de las mismas en los próximos meses, debido a un contexto de contracción del comercio mundial que podría agudizarse con las segundas oleadas de contagios.
“Con la recuperación de la actividad, las importaciones seguirían mostrando una modesta recuperación sobre el final del año, sumado a una brecha cambiaria en niveles históricos que motiva un mayor stockeo de importadores. Sin embargo, las nuevas restricciones del BCRA que obligan a solicitar permiso para acceder al mercado de cambios a partir de los US$50.000 (antes USD 500.000) podrían retrasar la mejora en las compras externas”, analizó.
Por su parte, el informe elaborado por Elizondo calculó que en 2020 las importaciones representarían un 15% del PBI.
“El promedio de la relación importaciones/PBI en lo que va del siglo XXI en Argentina fue de 16,7% cuando el PBI creció por encima de 5%. Y fue de 15,9% en promedio en todos años en los que el PBI creció por encima de 1% en relación al año anterior”, detalló.
Por ende, Elizondo razonó que en 2021 se puede prever que si el PBI se recupera lo que proyectó el gobierno en el Presupuesto (5,5%), “las importaciones deberán inexorablemente volver a niveles más normales”.
Estimó que si se cumple la previsión del gobierno sobre un crecimiento de 5,5% del PBI en 2021, las importaciones de bienes y servicios sumadas serán superiores “al menos en unos US$10.000 millones” a las de 2020., “y en los años ulteriores mucho mayores aún”.
“Esto pone presión sobre las exportaciones si se pretende que la balanza comercial siga siendo el principal proveedor de dólares para la Argentina. Las exportaciones deberían crecer por ende para 2021 a tasa de dos dígitos y al menos eso en adelante para mantener un relativamente holgado superávit”, explicó.
Elizondo precisó que las exportaciones sólo han crecido a tasas de dos dígitos “excepcionalmente en la historia y en particular en el siglo vigente, y ello ocurrió sólo cuando los precios internacionales en alza de manera no usual las empujaron hacia arriba (la última vez fue en 2011)”.
“Este escenario no es repetible ahora. Ello pondrá entonces al entorno macroeconómico y regulativo bajo presión: el tipo de cambio oficial sometido a un retraso surgido de la brecha, las altas retenciones, la inestabilidad (inflación e imprevisibilidad cambiaria) que limita el desarrollo de proyectos a mediano plazo para las empresas, lo que es requisito para la participación en las cadenas de valor internacionales, la escasez de financiamiento y el ambiente que ha llevado a una bajísima tasa de inversión que afecta la capacidad competitiva”, señaló.
El experto aseguró que “todo debería ser revisado para alimentar mayores exportaciones” y requeriría además “una más activa política exterior de apertura de mercados a través de negociaciones internacionales, regularización de la situación del Mercosur y desarrollo de asistencia para la mejor participación de empresas argentinas en cadenas internacionales de valor”.
Fuente: perfil.com