La agencia calificadora Moody’s Investor Services mejoró la nota de los bancos argentinos al cambiar su perspectiva desde “negativa” a “estable”. “En Argentina, si bien los bancos siguen expuestos a difíciles condiciones operativas, es probable que su calidad crediticia se mantenga estable en los próximos 12 a 18 meses”, indicó la agencia.
Según afirmaron, el crecimiento crediticio limitado de los bancos en los últimos tres años, junto con el aumento de las reservas para pérdidas crediticias, mitigará parcialmente el impacto de una mayor morosidad en 2021 a medida que finalicen las medidas de alivio financiero y los períodos de gracia. Para Moody’s, el fondeo en moneda local y extranjera de los bancos sigue expuesto a cambios de políticas y fluctuaciones en la confianza del mercado.
Repunte con un economía débil
A pesar del repunte económico esperado en 2021, las condiciones operativas de los bancos seguirán enfrentándose al desafío de los desequilibrios macroeconómicos. Moody’s pronostica que el PBI argentino crecerá un 5% en 2021 tras sufrir una de las mayores contracciones de la región en 2020 al desplomarse 10%.
“Sin embargo, las perspectivas de crecimiento a medio plazo siguen estando afectadas por desequilibrios, con un crecimiento esperado del PBI de sólo 2% en 2022. Se espera que la inflación alcance 50% en 2021, ya que se ha sumado la reciente política monetaria expansiva en respuesta a la pandemia nuevas presiones monetarias e inflacionarias”, advierte.
El fin de las medidas de aplazamiento de los préstamos aumentará la morosidad, mientras que las reservas ayudarán a contener el impacto negativo. “Esperamos el final de las extensiones de plazo de los préstamos y exenciones para el reconocimiento de préstamos problemáticos implementadas en 2020 en respuesta a la pandemia, un impulso en el aumento de los préstamos en mora hasta 2021”, acota la agencia.
Asimismo, espera la reanudación del crecimiento del crédito y el pago de dividendos, junto con la presión sobre las ganancias de los bancos, para impulsar una disminución de capital, pero se mantendrá en niveles adecuados.”La rentabilidad seguirá bajo presión debido a la creciente regulación de los intereses. A pesar de que los márgenes siguen respaldando la adecuada rentabilidad general de los bancos, seguirá bajo la presión de los límites regulatorios sobre las tasas de depósitos y préstamos”, sostiene.
Liquidez y reacción ante una crisis
Otros puntos que resaltan en un informe conocido este jueves dicen lo siguiente:
- La liquidez y la financiación siguen siendo sólidas, aunque están sujetas a cambios de política. La postura monetaria expansiva que siguió la ampliación de los déficits fiscales en Argentina provocada por la pandemia, junto con los controles de capital que restringen las compras de divisas, han beneficiado el crecimiento de los depósitos bancarios en moneda local, lo que generó colchones de liquidez récord.
- A pesar de que los bancos tienen suficientes reservas de liquidez tanto en moneda local como extranjera, el entorno macroeconómico débil en general y los problemas relacionados con la moneda extranjera del país podrían afectar potencialmente la estabilidad del financiamiento, especialmente en moneda extranjera.
- Seguimos esperando una alta disposición del gobierno para apoyar a los grandes bancos en caso de crisis, pero su capacidad de ayuda es débil. Nuestra evaluación de la disposición del gobierno argentino para apoyar a los bancos en situación de estrés es sin cambios y sigue siendo alto para los mayores bancos de importancia sistémica. Sin embargo, el débil perfil crediticio del soberano conduce a una capacidad limitada de apoyo.
Fuente: iprofesional.com
