La calificadora de riesgo Moody’s Investor Services lanzó un duro pronóstico para las provincias argentinas de cara a lo que será este 2021. Para la agencia, la perspectiva es negativa debido a una “liquidez limitada y continuas dificultades del entorno operativo”. “En 2021, esperamos una recuperación del crecimiento de 5,2% —luego de tres años consecutivos de recesión— gracias al efecto base favorable. Sin embargo, las dificultades continuarán, y el crecimiento a largo plazo probablemente se mantendrá por debajo del 2% debido a limitaciones estructurales, en particular, a bajos niveles de inversión”, asegura Moody’s.
Dice que la recaudación de impuestos provinciales se recuperará en 2021, debido al repunte de la actividad económica tras una fuerte caída en 2020. “El financiamiento del déficit fiscal por parte del Banco Central (alrededor de 6% del PBI), que condujo a un aumento de la emisión monetaria, está generando presiones adicionales sobre el tipo de cambio. La devaluación incrementa también el riesgo de mayor inflación, un ciclo de devaluación-inflación”, advierte.
Las causas del pronóstico negativo
Específicamente, Moody’s advierte seis razones por las que la situación de las provincias argentinas será negativa
1-Recuperación económica tras el shock del coronavirus: Esperamos un aumento del PBI de 5,2% en 2021, gracias al efecto base favorable. Sin embargo, es probable que el crecimiento a largo plazo se mantenga por debajo del 2% debido a limitaciones estructurales, en particular, a los bajos niveles de inversión.
2- Los desequilibrios macroeconómicos pueden agravarse: Los desequilibrios pueden prolongar una crisis económica ya extensa. Entre los continuos desafíos se encuentran la elevada inflación, reafirmada por el financiamiento del déficit fiscal por parte del banco central, y la presión cada vez mayor sobre el tipo de cambio y las reservas internacionales.
3- La rigidez del gasto público seguirá presionando la liquidez: Incluso después de haber reestructurado con éxito la deuda en moneda extranjera, la rigidez del gasto público en bienestar social y salarios, junto con mayores demandas sociales y una elevada inflación, seguirá presionando la liquidez y dificultando la administración del capital de trabajo.
4- Acceso limitado a mercados de capitales: El acceso al mercado internacional será limitado, y el mercado local carece de profundidad para absorber grandes requerimientos financieros, lo que aumentará la dependencia de las provincias del financiamiento de un soberano débil.
Sin mercado y con alta inflación
5- Capacidad limitada para cumplir futuras obligaciones: El riesgo de otra reestructuración de la deuda dentro de tres a cuatro años (cuando se venzan los pagos del principal) sigue siendo elevado. Esto se debe a que Argentina tiene un acceso restringido a los mercados mientras no resuelva sus desequilibrios macroeconómicos de larga data.
6- El riesgo de interferencia del soberano sigue siendo alto: Los últimos casos de cambios repentinos en las políticas públicas y disputas judiciales entre el soberano y los gobiernos regionales indican una mayor vulnerabilidad de la calidad crediticia de los subsoberanos ante el gobierno federal.
“Las provincias que han reestructurado su deuda en moneda extranjera tendrán una menor carga del gasto, ya que no deberán pagar el servicio de la deuda durante los próximos dos a tres años. Sin embargo, todas las provincias están lidiando con niveles de inflación muy altos, lo que aumenta el costo de los salarios y de los bienes y servicios. Las provincias tienen una carga rígida de los gastos salariales de los empleados públicos, con salarios que representan aproximadamente el 50% de los gastos corrientes”, dice Moody’s.
Fuente: iprofesional.com