Cada vez más sectores de la economía tienen dificultades para obtener los permisos de importación.
DeLeC Científica es una empresa argentina que vende equipamiento médico de alta tecnología para el tratamiento de enfermos oncológicos y brinda consultoría para la implementación de programas médicos. Como toda compañía radicada en el país, parte de los insumos que necesita para operar son importados. En su caso, la empresa contrata el servicio técnico del exterior e importa repuestos que no se consiguen en la Argentina. Sin embargo, desde hace meses, la compañía no le puede pagar a su proveedor porque el Gobierno no le aprueba los permisos de importación necesarios para acceder a las divisas.
“Los equipos funcionan, pero son muy complejos y necesitan mantenimiento. Por ejemplo, vendemos el equipamiento de radioterapia que se utiliza para realizar tratamientos. Hoy no estamos pudiendo traer los repuestos porque no nos aprueban los permisos y tampoco hay una persona a la cual le podamos ir a explicarle nuestra situación. No nos autorizan y nadie nos da respuestas”, dice Paula Lecour, presidente de DeLeC Científica, a LA NACION. La empresa fue fundada hace 20 años, en 2003.
“Estamos muy atrasados con los pagos al exterior. Tenemos buena relación con nuestros proveedores, nos entienden, pero ya les debemos el pago de tres facturas. Ellos ven que la situación no mejora y las perspectivas son que no va a mejorar. Por eso peligra el funcionamiento de los equipos, porque les tenemos que hacer los mantenimientos”, agrega Lecour.
Las facturas que debe la empresa a su proveedor de Estados Unidos tienen valores menores a US$50.000, y aun así, ni la Secretaría de Comercio ni la AFIP dan repuesta para aprobar los permisos de importación de servicios, llamado Sistema de Importaciones de la República Argentina y Pagos de Servicios al Exterior (Sirase).
La compañía es socia también de la AmCham, la cámara que reúne a las empresas estadounidenses, e intentó llegar a los funcionarios del Gobierno a través de esa vía, pero tampoco tuvo éxito. “Nosotros somos una empresa argentina y facturamos a nuestros clientes en pesos. Después, parte de la asesoría técnica es del exterior y les tenemos que pagar en dólares. Tenemos un equipo de ingenieros que está capacitado, pero igualmente necesitamos el asesoramiento y los repuestos de la fábrica de origen en Estados Unidos. Somos una pyme. Intentamos por todos los medios llegar a los funcionarios, pero no tenemos repuesta”, dijo Lecour.
Una problemática generalizada
DeLeC no es la única compañía con restricciones para acceder a productos y servicios del exterior, sino que también alcanza a otras empresas y laboratorios que proveen equipamiento, insumos, reactivos y elementos críticos para el diagnóstico clínico. Las cámaras empresariales del sector denunciaron ante el ministro de Economía, Sergio Massa, y su par de Salud, Carla Vizzotti, que, “por las actuales restricciones normativas y cambiarias, se les impide el normal abastecimiento al sistema sanitario”.
Esto “afectará en forma inminente la realización de análisis clínicos, obligando a suspender intervenciones tales como trasplantes y cirugías, poniendo en riesgo de vida a los pacientes del país”, advirtieron a través de un comunicado.
Las ocho entidades más representativas del sector remitieron diversas notas que tuvieron como destinatarios también al secretario de Política y Gestión Comercial, Germán Cervantes, y a los titulares del Banco Central (BCRA) y el Anmat. Allí solicitaron audiencias “con carácter urgente para resolver los atrasos en la aprobación y nuevos plazos de pago de SIRA [permisos de importación] que afectan el normal abastecimiento de elementos altamente sensibles para el sistema de salud argentino”.
Los laboratorios y empresas denunciaron que “el impacto por la escasez de este tipo de productos críticos es muy importante, ya que afectarán gravemente en el sistema de salud y, en definitiva, sobre los pacientes, debido al inminente riesgo de desabastecimiento de los repuestos e insumos indispensables para el funcionamiento de equipos y la realización de diagnósticos y tratamiento”.
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Fuentes sectoriales dijeron a este medio que “el planteo de solución ante las autoridades resulta prácticamente inmaterial en términos de divisas, pues el conjunto de los insumos que hoy están en dificultades de abastecimiento representan menos del 1% del comercio exterior argentino”.
También agregaron que, “frente a esta situación límite”, se ven en la obligación “de cumplir con el compromiso de alertar sobre el riesgo real para la salud de los pacientes a todos aquellos actores de la cadena de valor sectorial que cumplen la noble e indispensable tarea de atenderlos y procurar su bienestar”.
Si bien las entidades han tenido diversas reuniones con diferentes áreas del Estado, al momento no han podido resolver la situación que aqueja al sistema de salud, a partir de la escasez de divisas que resultan indispensable para atender el pago de insumos básicos y críticos como los que intervienen la cadena de valor del sistema de diagnóstico y tratamiento médico.
Las notas con el reclamo ante las autoridades gubernamentales fueron firmadas por la Cámara Argentina de Insumos, Implantables y Equipamiento Médico (Cadiem); la Cámara de la Industria Traumatológica (Cadit); la Cámara Argentina de Fabricantes de Implantes Médicos (Cafime); la Cámara Argentina Fabricantes y Comerciantes de Ortopedia y Rehabilitación (Cafycor); la Cámara de Industrias para la Salud de la Provincia de Córdoba (Caisal); la Cámara Argentina de Productores de Equipos Electro médicos (Capeem); la Cámara Argentina de Reactivos para Diagnóstico (Caprodi) y la Unión Argentina de Proveedores del Estado, Subcomisión de Reactivos y Elementos de Diagnóstico (UAPE Red).
Fuente: la nacion