ECONOMÍA – Por la sequía, cumplir la meta con el FMI requerirá más esfuerzo fiscal

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La caída de la producción impacta negativamente en los ingresos. El Iaraf calculó cuánto más habrá que “ajustarse” para alcanzar el 1,9% de déficit primario
La sequía genera un aumento importante del esfuerzo fiscal necesario para cumplir con la meta de déficit primario de 1,9% del PBI. Así lo señaló el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf) en uno de sus últimos informes sobre coyuntura económica.

Además de obligar a repactar la meta de acumulación de reservas con el Banco Central, la fuerte reducción de la producción agrícola del país impactó en la recaudación del primer bimestre del año. Y amenaza con complicar el cumplimiento del compromiso de déficit fiscal acordado entre el gobierno y el Fondo Monetario Internacional.

Antes de computar este impacto, la meta de reducción del déficit primario implicaba un esfuerzo fiscal de 0,87% del PBI entre marzo y diciembre de este año. Dicho de otra forma, de 0.09 punto mensual. Pero esto era así cuando todavía se esperaba un nivel de ingresos que ahora se verá afectado por la menor recaudación de derechos de exportación agrícola y de otros impuestos. Por eso, según el Iaraf, el esfuerzo fiscal del período marzo-diciembre ahora será de 1,37% del PBI. O de 0,14 punto porcentual mensual del producto bruto.

Del comportamiento de ingresos y gastos, surgió que el déficit fiscal primario de febrero fuera de $228.000 millones, equivalentes a un 0,13% del PIB. Si se suma enero, el resultado es un déficit acumulado del 0,25% del producto. “Por lo tanto, dada la meta para todo el año, en los próximos 10 meses el gobierno tendría que registrar un déficit del 1,65%”, señaló el informe.

Para el Iaraf, dado que la reducción del déficit primario hoy está planteada como un objetivo central de la política económica, “resulta interesante construir un indicador de esfuerzo fiscal necesario para los meses restantes del año”.

“ La intención es cuantificar de una manera comparable el esfuerzo generado por la reducción de déficit”, agregó.

Con ese fin, elaboró el indicador de reducción de déficit primario promedio mensual del período restante del año, teniendo en cuenta que hubo ingresos extraordinarios en el l año 2022 que no estarán en el corriente año.

El indicador funciona de la siguiente manera: a fines de marzo de 2022, cuando se firmó el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, se tenía un déficit primario acumulado de 0,24% del PBI, restando nueve meses para cumplir con la meta anual del 2,5%.

¿Cómo era en ese entonces el esfuerzo fiscal necesario? El déficit primario entre abril-diciembre de 2021 había sido de 2,88% del PIB, mientras que para cumplir con la meta del FMI en 2022 el déficit primario entre estos meses debía ser de 2,27%. Por ende, se requería una reducción del déficit primario del 0,61% interanual en el periodo abril–diciembre de 2022. Es decir una reducción promedio mensual de 0,07 puntos porcentuales del PBI.

El déficit primario efectivo de 2022 fue de 2,3% del producto, reduciendo, en principio, el esfuerzo fiscal necesario para cumplir con la meta de 2023 a 0,4 puntos porcentuales del PBI.

Sin embargo, para el corriente año no habrá ingresos por rentas primarias excedentes (0,3% del PBI). Además, el Iaraf estima una reducción de la recaudación del 0,5% del producto debido a la fuerte sequía que impacta al país. Esto implica que el déficit primario sería de 3,1%.

En efecto, pasar de un déficit primario de 3,1% a uno de 1,9% del PIB, implica la necesidad de recursos extras por 1,2 puntos porcentuales. En términos mensuales, determina un esfuerzo fiscal de 0,1% del producto.

Siguiendo la metodología propuesta por el instituto, y contando ya con la información del primer bimestre, entre marzo y diciembre de 2023 el déficit para cumplir la meta anual del FMI debe ser de 1,65% del PBI. Por lo tanto, el esfuerzo fiscal del periodo es de 1,37%, es decir, una reducción promedio mensual de 0,14 puntos.

Del análisis del indicador se desprende, con toda lógica, un mayor esfuerzo mensual requerido debido a la sequía. Además, se aprecia que aun sin sequía el indicador de esfuerzo fiscal promedio mensual sube para los últimos 10 meses del año respecto al indicador que se tenía para los últimos 11 meses. “El cumplimiento de la meta por parte del gobierno requiere la generación de nuevos ingresos, de una mayor reducción real del gasto o una combinación de ambos”, concluyó.

Fuente: la capital